José Martín Recuerda en la Universidad de verano de Baeza (Jaén). Año 1980.

SEMBLANZA CREADORA DE JOSÉ MARTÍN RECUERDA: EL TEATRO IBERISTA.

Ángel Cobo Rivas

Desde la infancia, la vocación creadora de nuestro autor siempre fue el teatro, a pesar de alguna incursión en la novela. Su pasión siempre ha sido, puede decirse, el crear vida desde un escenario. Así es que concibe la escritura teatral en función de su representación escénica, sacrificando cualquier expresión retórica o literaria que no pueda "mantenerse en pie" desde la realidad escénica y pueda menoscabar la verdad dramática.

A principios de los años cincuenta se empieza a hablar en España de "teatro realista". Esta denominación, aplicada a las primeras obras de Buero Vallejo, Alfonso Paso y Alfonso Sastre, entre otros, vista desde hoy, tiene un sentido de regeneración escénica más que de análisis de los propios textos. El realismo teatral venía a ser un grito de libertad, una petición a todos los estamentos teatrales de que observaran su pobre "realidad", de que miraran la "realidad" del hecho teatral fuera de nuestras fronteras. Era, creemos, una llamada, agónica, a un teatro de la regeneración y resistencia.

Con La Llanura (1947) se nos mostrará, por primera vez, el auténtico alcance creador de José Martín Recuerda, su originalidad, su valentía, parte de su credo estético y una declaración implícitamente contundente, casi suicida en aquel tiempo, de su inamovible credo ético... La Madre, personaje protagonista de La Llanura, es el precedente -pese a la juventud, ya en la madurez creadora del autor- de una serie de mujeres poderosas, arrojadas, creyentes, púdicas hasta el sacrificio, amantes apasionadas y siempre frustradas en la correspondencia amorosa, bien por culpa del amante o de la sociedad que las rodea; una mujer que se alza como heroína griega (La Madre en La Llanura o Mariana de Pineda en Las arrecogías), o se inmola retirándose en vida de la propia Vida "...por llevar dentro...demasiado amor" (La Maestra en Como las secas cañas del camino), o en personaje grotesco por no renunciar a sus ideales cuando las necesidades de las circunstancias y la crueldad de la Historia así lo demandan (La Trotski, en la trilogía: La Trotski, La Trotski se va a las Indias y La Trotski descubre las Américas); o se convierte en personaje coral y airado dando réplica a una sociedad hipócrita amparada en la represión política, moral y religiosa (Las Salvajes en Las Salvajes en Puente San Gil); o en las únicas que llegan a comprender y a ayudar a Juan de Dios en la recogida y atención de "todos los deshechos del Imperio" en época de Carlos V (La Pinzona, La de Juan de la Cosa, La Dominicana) en El Engañao (segundo Premio "Lope de Vega"). Todas estas mujeres, y otras más, individual y coralmente, conforman uno de los primeros signos de identidad del teatro de José Martín Recuerda.

Madrid, Estados Unidos y Salamanca vieron e influenciaron la creación dramática de José Martín Recuerda. Madrid, como tal ciudad, en la vida cotidiana de sus gentes, jamás le resultó de gran atractivo, de modo que le influenciara en su creación. Sin embargo, el "mundillo" teatral, los compañeros autores y amigos artistas en general sí fueron acicate y estímulo en aquellos primeros años sesenta. Allí se encontró con Lauro Olmo, Carlos Muñiz, Alfredo Mañas, Antonio Gala, etc., además de a los ya conocidos Antonio Buero Vallejo y Alfonso Paso. Madrid dio ánimo y valentía a Martín Recuerda para proseguir en el teatro que, con Las Salvajes, había emprendido, dejando atrás ese mundo intimista, desolador, sin esperanza, vivo retrato anímico de una España provinciana, como El teatrito de don Ramón. La llegada a Madrid dejó ver a nuestro autor la singularidad e importancia de su "voz" teatral. De Granada llevaba muchos de sus tipos, el lenguaje, el perenne recuerdo de su padre -al que siempre recordaba con su figura de patriarca, a la puerta de su puesto de frutas y verduras en la plaza de Bib-Rambla- y un leve dolor de ingratitud que ha sido siempre como un estímulo para crear algunas obras que, al igual que hiciera Federico García Lorca, han dado categoría universal a un ser y estar granadinos; así, entre otras, Las arrecogías del Beaterio de Santa María Egipciaca y El Engañao.

La experiencia norteamericana, no sólo proporciona a Martín Recuerda una nueva temática -así reflejado en su obra La deuda-, sino que ensancha sus horizontes en pos de un desarrollo más amplio.

Con Las arrecogías Martín Recuerda daba un paso más en su progresión dramatúrgica e inauguraba lo que en su momento ha sido llamado "teatro-fiesta"; un paso que, desde La Llanura, venía como lógica consecuencia de una expresión enraizada en la más pura tradición popular española y la música, el canto y el baile, con acento indiscutiblemente andaluz, más aún, granadino, daban solución trágica. Era la culminación de un teatro de rebeldía que comenzó con La Llanura, pasaba por Las Salvajes (donde el héroe se hace colectivo) y continúa con El Engañao (1972), o "la otra cara del Imperio": la España que deshecha por la guerras imperiales de Carlos V, encuentra refugio y amparo en el más pobre de sus súbditos: Juan de Dios.

Y ya en Salamanca, probable cuna del conocido personaje de Fernando de Rojas, la Celestina, José Martín Recuerda crea Las conversiones, a la que siguen otras obras. Castilla despierta en nuestro autor, sin límites, toda la imaginación barroca de su ser andaluz. Las conversiones, obra que tiene el aliento de la tragedia isabelina y puede ser transcrita en verso libre, es, creemos, la obra que resume y da sentido completo al término "iberismo" empleado por el propio autor al definir su teatro.

Estando de acuerdo con el propio Martín Recuerda al considerar poco acertada la denominación de "realistas" dada a él y a sus compañeros de generación, ¿en qué consiste su proclamado "iberismo"? Sin duda, la designación de "teatro iberista" o "iberismo" sólo adquiere pleno significado en la obra dramática de Martín Recuerda: existencialismo, absurdo y crueldad, con raíces en nuestra tradición teatral y literaria popular, desde los pasos de Lope de Rueda al esperpento de Valle Inclán, pasando por los entremeses de Cervantes, nuestro Género Chico -¡tan grande!.- y la asimilación de una idiosincrasia acosante -con símil en nuestra secular afición a la tauromaquia- reflejada en una técnica que podríamos denominar "circular", o en espiral, en oleadas que van rodeando al personaje, o personajes, hasta llegar al "grito" final, y una catarsis que se nos da no sólo por piedad ante el ejemplo del drama o tragedia, sino también por liberación participativa ante la rebelión del personaje (individual o coral).

Finalmente, -y antes de su última obra dramática titulada No queremos la revolución (1997)- hemos de dejar constancia de dos obras que pueden considerarse como una evolución del llamado "teatro-fiesta" de Martín Recuerda: Las reinas del Paralelo (1991) y La "Caramba" en la iglesia de San Jerónimo el Real (1993). Ambas, en realidad, han sido concebidas para convertirse en espectáculos musicales, y a tal deseo responde su estructura. Sin embargo, su representación como obras dramáticas es perfectamente factible.

ALGUNOS PREMIOS Y DISTINCIONES RECIBIDAS

Numerosos son los premios, galardones, distinciones, homenajes y reconocimiento a los méritos por su creación dramática como a su singular personalidad creativa que nuestro autor ha recibido a lo largo de su carrera profesional. Principalmente destacan entre ellos los siguientes:

  • Víctor de Plata del SEU (1954).
  • Premio Nacional "Lope de Vega", por su obra El teatrito de don Ramón (1958).
  • Premio de Competición de la Catedral de Coventry y de la Universidad de Valparaíso, por la versión inglesa de su obra El Cristo (1966).
  • Premio Nacional "Lope de Vega", por su obra El Engañao (1975).
  • V Premio de Teatro "Long-Play" (Madrid, 1977).
  • Premio Teatral de Radio España a la "e;Mejor Comedia Nacional"e; de la temporada 1976-1977 a su obra Las arrecogías del Beaterio de Santa María Egipcíaca.
  • Creación en Almuñécar (Granada) del Certamen de Teatro "Martín Recuerda"; Certamen que se creó en el año 1982 y que este año (1998) celebra su décimo sexta edición.
  • Premio Bib-Rambla de la Casa de Granada en Madrid (1978 y 1988).
  • Premio Museo "Casa de los Tiros" (Granada, 1987).
  • Medalla de Oro de la Ciudad de Almuñécar (1984).
  • Medalla de Oro de la Ciudad de Granada (1989).
  • Medalla de Oro de la Ciudad de Motril (1996).
  • Se da su nombre a las correspondientes calles en Salobreña, ítrabo, íllora y Huétor Vega (Granada), y sendas plazas en Almuñécar y Puerto Lope (Granada).
  • En 1987, se da su nombre al teatro ubicado en la Casa de la Cultura de Almuñécar (Granada).
  • En 1991, se da su nombre al Instituto de Bachillerato nº 3 de Motril (Granada).
  • En 1994 es nombrado "Salobreñero del Año".
  • En 1995, dentro de las I Jornadas de Autores Teatrales Andaluces, celebradas en el Centro Andaluz de Teatro (CAT), recibe la distinción "Palabra 1995".
  • En 1996, recibe el "Faro de Oro" que le otorga el Semanario "El Faro" de Motril (Granada).
  • 1997: Se le concede el Título de Colegiado de Honor por la Junta de Gobierno del Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias del Distrito Universitario de Granada.
  • El misma año (1997), recibe el Homenaje de la V Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos. El Homenaje se le da en el teatro "Principal" de Alicante, en donde se representa su obra Las arrecogías...,con la puesta en escena de Teatres de la Generalitat de Valencia.
  • Durante los días 18 y 19 de abril, de 1999, se celebran unas "e;Jornadas-Homenaje a José Martín Recuerda"e;, patrocinadas por el Excmo. Ayuntamiento de Salobreña (Granada); Ayuntamiento que, posteriormente, publicó las Actas en las que se recogen las distintas participaciones en las Jornadas.
  • En el año 1999, la Delegación Provincial en Granada de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la Caja General de Ahorros convoca el "e;Premio Martín Recuerda, de Teatro"e; para autores y autoras nacidos o residentes en Andalucía. También organiza, ese mismo año, diversos actos teatrales y conferencias, en honor de José Martín Recuerda, que tuvieron lugar durantes los días 15 de octubre al 7 de noviembre.
  • El 14 de diciembre de 2000, recibe de manos del Alcalde, Don José Enrique Moratalla Molina, el Título de Hijo Predilecto de la ciudad de Granada.
  • En 2002 es nombrado Socio de Honor de la Asociación de Autores de Teatro.
  • Recibe el Premio "e;Manuel de Falla"e; a las Artes Escénicas de la Junta de Andalucía (noviembre, 2002).
  • En 2003, recibe la Medalla de la Fundación Rodríguez Acosta de Granada.
  • Homenaje en las "e;20 Jornadas de Teatro del Siglo de Oro"e; (Almería, marzo, 2003).
  • En 2007, año de su fallecimiento, homenaje del Ayuntamiento de Salobreña, dando su nombre al Auditorio de la Villa.
  • En ese mismo año le es concedido el Pozo de Oro por el Patronato Federico García Lorca de Fuente Vaqueros (Granada).